Érase una vez un cerdo, muy rosado y rechoncho, que un día quiso escaparse de la granja donde vivía porque estaba harto de que su dueño lo tratara mal, él quería descubrir nuevos mundos y vivir aventuras.
Al escaparse de aquella granja, poco tardó en perderse, paseando por aquel bosque que no parecía tener fin, olisqueando cualquier cosa que se pudiera comer, hasta que al entrar en una cueva enorme y en medio de un recóndito lugar, se encontró una gran perdiz, aquella perdiz era tan grande que llegaba hasta el techo de aquella cueva y que equivalía a 50 cerditos subidos uno encima del otro, aquello poseía una luz que deslumbraba como el oro, en aquel instante, al cerdo se le abrieron los ojos como dos bolas de bolos con agujeritos en el medio, estaba asombrado de tanta maravilla, aquello le supondría comida para medio año, no se lo había acabado de pensar cuando ya estaba corriendo para darle un primer mordisco, pero en aquel momento, justo cuando el cerdo tenía la boquita abierta y faltaba medio metro para saborearla, en medio de su naricita apareció una hormiga.
- Por favor, no te comas esa perdiz, la necesitamos, porque no tenemos comida para alimentar a nuestro reino este invierno.
- Pero ustedes no soy recolectoras de comida, os habéis vuelto baguitas de repente.
- No es eso, es que por más que hemos buscado, no hay comida y todos los árboles del bosque están enfermos, no podemos alimentarnos de sus hojas.
- En serio, ¿y eso por qué?
- Es por culpa del ogro que vive en el bosque, se lo come todo, hasta los minerales del suelo, y los árboles y animales del bosque están empezando a enfermarse, ahora también se come toda el agua del lago, y las hiervas, y ahorita ya no habrá nada con lo que poder alimentarse, esta perdiz es lo único que nos queda, la guardamos aquí para que el ogro no la vea.
- ¿Y no le habéis plantado cara a ese ogro nunca?, eso no se hace.
- Es imposible, es enorme, y tiene una bruja que vive con él y lo ayuda en todo, es horrible no podemos atacarlo sin que la bruja nos haga algo, desde que viven aquí esto ha sido todo un caos.
- No podríamos comer todos de esta perdiz, es que tengo una hambre…
- Tengo que consultárselo a mis padres, ellos son los reyes, y los dueños de la perdiz, pero ¿has visto cuánto somos? Nuestro reinado es incluso más grande que Roma, y no sabemos si dará para todos, la teníamos guardada por si pasaba alguna catástrofe, esto es horrible, ese ogro se lo comerá todo incluido a nosotros, y no tenemos ningún lugar a donde ir y poder escaparnos.
Mientras tanto en el Reinado de las hormigas, la reina había convocado una reunión, a la que habían asistido todas las hormigas del reino.
- No os preocupéis, tenemos comida, al menos para este invierno, creemos que dará para todos, los soldados se encargaran de traerla, esperemos que al menos dé hasta que consigamos salir de este bosque, necesitamos algo que nos pueda servir de ayuda, por la seguridad del los ciudadanos, he hablado con algunos insectos más y nos hemos puesto de acuerdo en que algunos soldados espía de cada reino inspeccione el lugar, es muy peligroso salir fuera, aquí estamos a salvo de los hechizos de la bruja y del ogro pero por favor no salgan del reino.
Mientras, entre las hormigas apareció un tema que empezó a inquietar a la reina.
Hormiga 1 – sabíais que la princesa hormiga a salido del reino esta mañana.
Hormiga 2 – en serio, pero y ¿a donde iría hoy?
Hormiga 3 – eso es verdad yo la vi salir esta mañana
Hormiga 4 – pobrecita, con la de peligros que hay últimamente fuera.
Poco tardó en llegar a los oídos de la reina, que en seguida se alteró:
- !!!!!!!!!!!! QUÉ !!!!!!!!!!!!, que mi niña a salido, pero en que está pensando esta hormiga, que una patrulla salga a fuera a buscarla ahora mismo, me va a escuchar, pero es que esta hormiga no es nada consiente de lo que le puede ocurrir.
La princesa hormiga por su parte seguía hablando con el cerdito, pero por poco tiempo, porque de repente se escucharon unos terribles pasos que hicieron que se alarmaran, el ogro se estaba acercando, este había introducido su larga y enorme mano por la cueva, y aquel cerdito empezó a gemir cuando lo cogió por la colita.
- Oin oin, me comerá ¿Qué hago?
- Muérdele la mano antes de que te saque por la fuerza de la cueva
Cuando el cerdo le mordió la mano, enseguida el ogro lo soltó y la saco.
El cerdito y la hormiga tuvieron que salir huyendo hacia el interior de aquella cueva.
En el reino de las hormigas, mientras los soldados se preparaban para ir a buscar a la princesa, una hormiga apareció con una capa de súper héroe y dijo:
- Yo salvaré a la princesa y me casaré con ella luego, ningún temible ogro podrá conmigo.
- Estúpido, que vas a poder tú solo contra ningún ogro, ¿sabes lo que le pasó al último ejército de hormigas que se enfrento contra ese ogro?
- ¿No? ¿qué?
- Cuando las hormigas empezaron a subir por encima de su pierna, el ogro se puso histérico, y la bruja lo escuchó, entonces hizo que la piel del ogro se volviera muy toxica, y todas las hormigas murieron al instante, aquello fue una masacre, y no vamos a dejar que vuelva a ocurrir, por mucho que tú quieras hacerte el héroe.
Aquella hormiga y su afán por salvar a la princesa todavía no morían, y soñando por los caminos como la lechera se perdió, y nadie supo a donde se había ido.
En el ejército todo ya estaba a punto para ir a buscar a la princesa, mientras, en el interior de la cueva la princesa hormiga y el cerdito seguían corriendo, hasta que de repente el cerdo se paró, y no la vio por ninguna parte, ¿había desaparecido como por arte de magia?, por más que la llamaba nadie contestaba, entonces creyó que la hormiga le estaba gastando una broma y salio corriendo asustado para que creyera que se lo había creído, pero, mientras corría se resbalo y se cayo en un agujero oscuro.
El cerdito vino a parar a un lugar en el que no se veía ni torta, y dándose cuenta de que a la hormiga le había pasado algo grave, y de que él se encontraba encerrado allí, se puso a llorar desconsolado.
- ¿Quién llora? – dijo una voz
- ¿Quién me pregunta eso? – contesto el cerdito
Entonces aquella extraña voz encendió una pequeña lámpara que llevaba en la mano, y el cerdito pudo ver a una hormiga con capa de súper héroe y unas pintadas un tanto raras en la cara.
- ¿Qué haces vestido así?
- Soy un súper héroe, y voy a salvar a la princesa hormiga, ¿has visto una hermosa hormiga, por casualidad?
- Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, estaba conmigo hasta hace un momento, pero, pero…, ahora, no sé donde está guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
- Y tú de que conoces a la princesa.
- Es una amiga mía.
- Bueno, se me está ocurriendo una idea magnífica, si quieres, puedes aliarte conmigo, buscaremos juntos a la princesa.
- Vale, como quieras pero yo no sé como salir de aquí.
- Eso es fácil, me conozco este lugar como la palma de mi mano.
Aquella hormiga con capa de súper héroe se subió al lomo del cerdo y empezaron a caminar por aquel oscuro lugar:
- Me parece que por aquí hay una salida – dijo la hormiga
- ¿Te parece? Pero no decías que te conocías esto como la palma de tu mano
- Ah bueno sí, es que ya hace algún tiempo que no he venido por aquí, pero tú no te preocupes.
Y caminado, caminando llegaron hasta la salida que daba al interior de la cueva, ¿es qué aquella cueva era interminable? Y es que una vez que hayas entrado, será muy difícil que volvieses a salir, y como no era de extrañar hormiga y cerdo se habían acabado de perder en aquella cueva.
- Y ahora ¿A dónde vamos? Hormiga
- ¿Ahora? Bien pues creo que buscaremos por aquí, aunque no estoy seguro de si ir por este otro lado, aunque ahora que lo recuerdo me parece que yo…
- No tienes ni idea verdad.
- Pues… no, pero yo he venido por aquí, y si seguimos caminado llegaremos a la salida.
- O a perdernos más, además ¿estas seguro de que la princesa salió de la cueva?
- Bueno y ¿qué podemos perder? Además un sabio dijo una vez que para encontrar a alguien perdido debes perderte tú
- Pues no lo habría razonado mucho, porque ¿de qué sirve que hayas encontrado a alguien perdido si ahora estáis perdidos los dos?
Mientras, el ejército de hormigas ya había salido a la búsqueda de la princesa. Y el ogro estaba preparando un ataque especial.
Seguimos con el cerdo y la hormiga:
Iban caminando y mientras iban hablando sobre la situación que tenía el bosque.
- El bosque entero está en alarma, y a mi reino solo le queda una perdiz para alimentarnos y necesitamos la ayuda de todas las hormigas del reino porque es enorme, tú sin embargo podrías ayudarnos a trasladarla, si la dejamos más tiempo allí, el ogro la acabara descubriendo y se la comerá.
- Sí, la princesa me contó que ese ogro con la ayuda de la bruja tienen al bosque atormentado.
Y ¿Qué habia sido de la princesa hormiga en el cuento? Pues que ella había cogido otro camino distinto que el del cerdo y se había perdido, se sentó en una piedra y empezo a descansar, ya no podía seguir corriendo. De repente oyó unos ruidos y se alarmó, pero luego se dio cuenta de que se trataba del cerdito, y de alguien más, entonces pensó, “que bien, creía que me había quedado sola y perdida, pero ¿Quién será ese que acompaña al cerdito?”. Como no estaba segura de que pudieran ser ellos o una trampa de la bruja, se escondió detrás de una pared que había por allí, antes de que pasaran por delante. Por un agujero que había en la pared aquella hormiga se quedo espiando aquellas sombras que se iban acercando y de repente cuando todo parecía haber quedado en silencio, UN OJO APARECIO POR EL AGUJERO, la hormiga pego un grito despavorido y seguido de ella otra hormiga y la voz de un cerdo también gritaron. Así estuvieron un buen rato hasta que una voz con un timbre mayor se escucho por encima de todas las demás:
- ¿quién interrumpe mi sueño a estas horas?
Susurrando la hormiga - ¿y ahora que decimos?,
- Nada, solo cállate – dijo el elefante
- perdón si le hemos despertado, no era nuestra intención, no le volveremos a molestar – dijo la princesa hormiga
- no me habéis contestado a la pregunta ¿Quiénes sois?
- Huyuyui creo que nos hemos metido en un buen lío,
- Sí, ¿no será esa la voz del ogro?
Aquella pregunta salió del cerdo como una pregunta normal que no acarreaba problemas de ningún tipo, pero que no concordaba con la cara de espanto que las hormigas habían puesto al escucharle
- ¿cómo puedes decir eso?
- ¿y qué tiene de malo, si lo que dice es verdad?
- Pero si es eso verdad corremos un terrible peligro aquí, además no es posible que este él aquí, ¿Cómo pudo haber entrado?
- ha, eso fue muy fácil, tengo una bruja que me puede ayudar a entrar…
- Espera, ¿de quién es la voz que está diciendo eso?
El cerdo no había terminado de formular la pregunta, y ya las hormigas habían desaparecido de su lado.
- ¿A ti de quién te parece que será la voz? He, dime cerdito
Al otro lado del cerdito apareció una sombra gordita que tenia hacia lo alto de la cabeza una cosa puntiaguda
- ¿Eres el ogro, verdad?- dijo el cerdito mientras se iba alejando cautelosamente
- Casi, soy alguien muy cercano al ogro, ven bonito, no te servirá de nada que te vayas corriendo, si quiero os alcanzo en un periquete, además no me hace falta porque ya puedo hacer lo que me da la gana con ustedes sin necesidad de alcanzarlos. Se que tenéis una preciosa perdiz escondida por algún lugar de la cueva, no me llevara mucho encontrarla pero si tu me ayudas quizás pueda perdonarle la vida a tus queridos amigos, ¿Qué te parece?
- No me importaría decirte donde está pero es que no sé de que me estas hablando.
- Vamos cerdito sé que estás mintiendo. ¿Qué haces? Cometes un grave error si crees que corriendo te librarás de mi, tú lo has querido me comeré esa perdiz y disfrutaré viendo como os morís de hambre jajajaa
Mientras, un ejército de hormigas buscaba por los alrededores de la perdiz a la princesa,
- Crees que habrá salido de la cueva
- Bueno yo rezo porque no le haya pasado nada a nadie de los que están hay fuera
- Espero que al menos los que están fuera buscándola la encuentren porque aquí no está.
- ¿Quién no está?
Entre la oscuridad de aquella cueva aparece una hormiga con capa de súper héroe acompañada de la princesa.
- Mirar, ya la hemos encontrado esta allí, avisen a los demás díganle que ya está con nosotros
- Pero ¿no es ese el tío que vimos antes con capa de súper héroe que decía que iba a buscar a la hormiga y que después de salvarla del ogro, se iba a casar con ella?
- En serio – dice la princesa – tenías planeado salvarme del ogro, (se escucha una risita repentina) ¿tú? pero si saliste despavorido como un correcaminos nada mas escuchaste una voz, ¿verdad que sí, cerdi…? ¿Dónde está el cerdito?, no puede ser, se quedo allí con el ogro.
- No importa, él ya está aquí
Y seguido esto aparece una bruja volando en una escoba y llevando a rastras al cerdo atado de un cordón.
- Me parece que hoy voy a comer un rico surtido de perdiz al cerdo- decía mientras se reía, ¿Qué miráis queréis ustedes formar parte del surtido también? Haber, haber… sí, queda bien “perdiz al cerdo con salsa de hormigas” ¿Qué os parece?
Todas las hormigas empezaron a correr despavoridas de un lado a otro como si en algún momento apareciera una salida como por arte de magia que las pusiera a salvo de lo que estaba ocurriendo, mientras tanto la bruja empezó a llamar al ogro…
- Relájense dentro de un momento ya no habrá cueva ni habrá nada disfruten del poco tiempo que os quede de vida, y si creíais que podríais salir, estáis equivocados, he hecho un conjuro y ahora nadie podrá salir de aquí, bueno excepto yo, claro esta, a bueno, se me olvidaba que clase de bruja sería yo si no me comiera la perdiz, espérate que cuando llegue el ogro y nos comamos la perdiz moriréis todos.
- Bueno princesa creo que hasta aquí llego nuestra amistad, gracias por acompañarme en los últimos momentos de nuestras vidas, ha sido todo un placer servirla – aquella fueron las ultimas palabras que menciono la hormiga con capa de súper héroe
- Me hubiera encantado haber estado mas tiempo contigo, guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, siempre te recordare como una amigo especial guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
- Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa os echare mucho de menos, sois las mejores amigas que conocido, os quiero mucho hormigas
- CALLA estúpido cerdo – dijo la bruja – que luego me va a dar cosa comerte. Mirar hormiguitas aquí llega el ogro
- Si diga mi ama la están molestando, porque si quieres te lo arreglo en un periquete
- No pasa nada, esto ya lo arreglo yo, tu solo coge esa perdiz, quiero comérmela delate de todas estas estúpidas hormigas para que les quede bien claro quien manda aquí, ah y a este cerdo también
- No por favor comete la perdiz pero al cerdo no – dijo la princesa en un intento de rescatar al cerdito
- Ooh, que momento más tierno, sácate para allá hormiga boba y encima crees que te voy a hacer caso, jajajaa que ingenua que eres.
Y allí delante de todas las hormigas, mientras unas corrían de un lado a oro, otras lloraban y otras intentaban atacar a la bruja, ogro y bruja empezaron a comerse aquella gran perdiz a bocados enormes, contemplado todas aquellas caras de un montón de gente que muerta de hambre acabarían muriéndose.
- Hemos hecho lo que hemos podido, ahora ya no podemos hacer nada más
poco tardó aquel par en zamparse la perdiz
- Eso os enseñara, montón de palurdos, a no meterse con quien no debéis.
De repente, mientras la bruja decía eso empezó atragantarse, y seguidamente el ogro también. Los dos se sé estaban quedando asfixiados y cayeron al suelo desplomados, uno tras del otro.
Todas las hormigas empezaron a gritar de alegría, aquello ya había acabado.
Aquella perdiz estaba envenenada y la bruja y el ogro se la habían comido, y ahora estaban allí desplomados, eso quería decir que mal ya había acabado para todos.
Desde entonces el bosque se recupero muy rápidamente y todos decidieron hacer una fiesta en celebración de que ya habían acabado todo.
Con respecto a las hormigas, pues la princesa se acabó casando con la de capa se súper héroe, y el cerdito se quedo allí acompañándoles por una temporadita más.